Cuando llegó era tan grande como un suspiro y estaba todo lleno de tiña. Se suponía que el tipo que se lo compramos era criador de animales, pero no se escuchaban animales en ninguna parte de la casa (miedo).
Bueno, Mateo disfruta de dormir en la cama de papá y mamá. Comer en grandes cantidades y hacerle ojitos a su Isidora.
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